septiembre 15, 2010

CUCHI LEGUIZAMON FIGURA Y GENIO DEL SIGLO XX

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GUSTAVO "CUCHI" LEGUIZAMON


"El filósofo de los sonidos, el mito y el humor."

Por Liliana Herrero
"Si uno pudiera liberarse de la memoria quizá sería posible vivir como los pájaros y también morir como ellos, convertir a la muerte en un hecho natural, en una mansa entrega a la tierra. Pero yo tengo mi mente perjudicada por la filosofía; me resulta imposible dejar de pensar en las cosas que dejo o los que necesitan de mí, y me cuesta aceptar que después de todo la muerte es una aventura hermosa. Siempre me acuerdo de una copla de Castilla que decía: Cuando la muerte venga no le ei de poner asiento/ así no vuelve a venir/ y le sirve de escarmiento." Estas son palabras de Leguizamón. En alguna de las tantas entrevistas que le realizaron, dejó deslizar estos pensamientos y muchos otros que revelan inmediatamente el complejo mundo cultural y musical de este hombre. Siempre con su oído alerta a los sonidos de la naturaleza, a las voces ancestrales como las de la Eulogia Tapia, quien sin saberlo, cedió su nombre a una de las zambas más conocidas del músico-precisamente La Pomeña- y a las aventuras musicales contemporáneas (como Schoënberg y Erik Satie). Leguizamón fue uno de los esfuerzos intelectuales y artísticos más interesantes de este país por conjugar las viejas culturas, -aquellos espectros de la tierra- y las vanguardias musicales.
Este salteño nacido el 29 de Septiembre de 1917 se colocó en medio del mito de viejas culturas y la más moderna poesía de la soledad. Con sus músicas, tejió un universo de sonidos y de melodías absolutamente novedoso en el cual las voces antiguas entraban en diálogo amoroso y artístico con la sonoridad universal. El Cuchi, tal es su apodo y por medio del cual se lo conoce, fue un filósofo de los sonidos, del mito y del humor.
Ante su obra, queda siempre la sensación que el folklore, si bien tiene sonidos lejanos, infinitamente arcaicos, respira, al mismo tiempo, la complejidad del mundo presente. Había una suerte de ecos del surrealismo en sus conversaciones, en sus formas de vivir en donde una humorada interrumpía siempre la lógica de las acciones y la superficie esmaltada del mundo. Efectivamente carcajada, diablura, coqueteo con la muerte y desvelo filosófico por el paso del tiempo quizás sean los elementos que lo contengan, lo constituyan y nos ayuden a comprender algo de él.
El periodista tucumano Roberto Espinosa le ha realizado numerosas entrevistas; en una de las últimas lo describe "sentado en su sillón, agitando el tiempo en un gesto e intentando recordar viejos acordes. La bolsa de los años se le ha subido al hombro. El Cuchi confiesa con dolorosa ironía que se ha olvidado de tocar el piano y luego de un silencio, agrega que está dispuesto a aprender de nuevo". A partir de 1994 Leguizamón padece una afección cerebral que le provoca la pérdida total de la memoria, hasta el punto que él mismo no sabe quién es, hasta el final de sus días que ocurre el 27 de septiembre del 2000.
Es muy escasa la bibliografía sobre Leguizamón así como también su discografía. Existen numerosas entrevistas realizadas en diarios que han sabido darle la importancia y la jerarquía artística al hombre que, desde Salta, revolucionó la música folklórica. De ellas es necesario recordar las que le ha realizado el periodista Roberto Espinosa del diario La Gaceta de Tucumán aunque no todas han sido publicadas por el entrevistador. Otra larga conversación con el compositor está registrada en el libro de Humberto Echechurre del año 1955 que se llama "A solas con el Cuchi Leguizamón".
En relación a su discografía es mínimo lo que se ha grabado pese a la abundante obra que realizó entre los años 1954 y 1991. Existe una grabación de un concierto realizado en el Auditorio de la Asociación Médica de Rosario en 1984, editada luego por el Sello Melopea del músico Litto Nebbia y una antigua grabación en la que se lo registra cantando y acompañándose con la guitarra, absolutamente inconseguible. Como es público, dos de sus hijos afincados en Buenos Aires, el antropólogo Juan Martín Leguizamón y el psicoanalista Delfín Leguizamón, están realizando una intensa tarea de recuperación de grabaciones musicales y de entrevistas con el propósito de una publicación completa.
Esta tarea es sumamente valiosa puesto que Leguizamón realizó por ejemplo durante tres días en 1987 sucesivos conciertos en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín de Buenos Aires y todos ellos fueron grabados, de manera que la recuperación de ese material podrá dar testimonio de muchas canciones que nunca quedaron grabadas siendo ejecutadas por el propio autor.