octubre 18, 2009

HOMENAJE A MERCEDES SOSA

La COMISIÓN MUNICIPAL DE FOLCLORE DE COSQUÍN y el ENCUENTRO NACIONAL DE POETAS CON LA GENTE quieren rendir un homenaje sentido a una de las mejores intérpretes que pisaron el escenario Atahualpa Yupanqui. Más acertado que pisar es afirmar; crear, ser parte de un sueño, ser un cascabel del duende, uno más de los aires que inventaron este milagro-grito cultural de Cosquín.



La Comisión rinde homenaje a Mercedes Sosa pero no solo con la voz de los organizadores - trabajadores al fin- sino con la voz de los oficiantes, los vaticinadores, los alquimistas del fenómeno popular.


Comenzó allá por el 60 cuando “la Mecha” era un tiempo de nuevo cancionero recorriendo peñas con un bombo y un sueño, era la imagen tucumana de Don Atahualpa cantando:
“Si en algo nos parecemos
Luna de la soledad
Yo voy andando y cantando
Que es mi modo de alumbrar”


Fue una revelación de la mano del “Turco” Cafrune pero no fue una creación del espectáculo; Mercedes ya era tierra y canto antes, era una frase de los poemas del barbudo Manuel:

“Tenemos que llorarla sobre las conquistas del amor, entre las carpas que cuelgan su albahaca para los faroles sonámbulos, junto a las zambas que se bailan seriamente para que rían los pañuelos, mientras una mujer recoge el ruedo de su falda, antes que la desate el peso de las coplas... Manuel Castilla “La baguala” Fragmento de "La Tierra de Uno"

Mercedes, el folclore y la década del 60, eran la realidad de un pueblo que honraba a su cultura cantando, a voz en cuello por las calles y en los boliches donde “la Negra” mezclaba lágrimas con vino:

A veces el cantor
Me nombra la tristeza
Pero en la madera huelo a primavera
Todo el amanecer
Carlos Bergesio y Carlos de Mendoza (Armando Tejada)

Un tiempo cantor donde las regiones culturales no necesitaban ser explicadas, eran simplemente cantadas y contadas por sus poetas y cantores, cuando “cantar con fundamento” era parte de la profesión normal, donde la persona era portadora de un mensaje siempre representativo:

Soy el que canta detrás de la copla
el que en la espuma del río ha'i volver
paisaje vivo mi canto es el agua
que por la selva sube a florecer.
Jaime Dávalos

Mercedes Sosa fue una voz de un folclore y de un tiempo estético pero profundamente social y representativo, tuvo sus prohibiciones y sus incomprensiones pero sus banderas no decayeron y cantó junto a la intención de César Perdiguero con este acento:

Si quiere cantar cantemos
si quiere peliar , peliemos, me han de escuchar,
el vino ya prende su brasa dormida
el canto amanece y el hombre se da.


Muchos sentimos que su último trabajo “Cantora” era un trino de adiós, una despedida de su voz y su ternura sobre los escenarios pero ahora que también su presencia física nos va abandonando, nos queda la palabra -alentadora como un abrazo- de Hamlet Lima Quintana, aquella que Mercedes tantas veces gritó llorando en nuestro escenario y en nuestro corazón.

ZAMBA PARA NO MORIR
Hamlet Lima Quintana y Norberto Ambrós y Rosales

Romperá la tarde en mi voz hasta el eco de ayer.
Voy quedándome solo al final,
muerto de sed, harto de andar.
Pero sigo creciendo en el sol, vivo.

Era el tiempo viejo la flor; la madera frutal.
Luego el hacha se puso a golpear;
verse caer; sólo rodar.
Pero el árbol reverdecerá, nuevo.

Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy.
Con el cuero asombrado me iré:
ronco al gritar que volveré,
repartido en el aire a gritar: siempre.

Mi razón no pide piedad; se dispone a partir.
No me asusta la muerte ritual;
sólo dormir; verme borrar.
Una historia me recordará, vivo.

Veo el campo, el fruto, la miel y estas ganas de amar.
No me puede el olvido vencer,
hoy como ayer siempre llegar.
En el hijo se puede volver, nuevo.


COMISION MUNICIPAL DE FOLKLORE

No hay comentarios: